viernes, 1 de febrero de 2008

NEUROLOGÍA Y SINTERGÉTICA I

INTRODUCCIÓN

Vamos a recordar algunas cosas esenciales en relación con la neurología.

Los 3 cerebros

Tenemos 3 cerebros que corresponden a la ley del 3 y a 3 grandes estrategias de la evolución, que tienen que ver con 3 tiempos (pasado, presente y futuro):

El tallo registra todos los movimientos del pasado, todo lo que ha pasado ya al nivel automático de control. El control del tallo cerebral produce paz, que equivale a la respuesta de relajación.

El sistema límbico, tiene que ver con la respuesta de excitación, con el presente y con la posibilidad de expresar el amor.

El neocortex, es un instrumento para ponernos en contacto con el futuro y poder predecirlo.

Desde el código del sentir, hemos visto como los 3 cerebros se integran en presente y nuevamente la magia de toda esta situación es la dopamina.

Los 3 ordenadores

Tenemos 3 grandes ordenadores:

El cerebelo.

Es el hológrafo, es decir, el lugar clave para la ejecución del holograma debido a la conformación de sus núcleos que actúan como un espejo, que van recibiendo, reflejando, procesando y amplificando las señales de distintos núcleos.

El cerebelo también es triple:

arqueocerebelo,
paleocerebelo y
neocerebelo.

El neocerebelo es el gran procesador de una información que no sólo viene de abajo, sino que regresa desde arriba.

Luego, a través de la vía córtico-póntico-cerebelosa, el cerebelo constituye un gran holograma estructurador de la información, que no sólo tiene que ver con el equilibrio del cuerpo, sino con el equilibrio psíquico.

El cerebelo es un núcleo de mucha más densidad informacional que el cerebro. Hay más neuronas en el cerebelo que en el cerebro y su patrón de organización es mucho más perfecto. Podemos decir que el cerebelo ha conformado una especie de cristal biológico procesador de la información que asciende y desciende desde la corteza cerebral.

En definitiva, más allá de los circuitos del equilibrio, en el cerebelo estamos procesando holográficamente toda la información del cerebro.

El tálamo.

Es el agujero negro del cerebro ya que contiene los núcleos más densos del SNC. Cuando se toca el tálamo, realmente éste es pétreo.

Hace el relevo y procesamiento de la información que ha de entrar al cerebro, por lo que es el gran filtro del SNC. El tálamo tiene muchos núcleos de sustancia gris y por eso no sólo es una vía de pasaje, sino que es un receptor-procesador de la información que ha de pasar a fase superiores en el SNC.

Los núcleos centro-laminares (o intra laminares) talámicos son el gran marcapasos del cerebro. Generan un barrido cada 12.5 milisegundos en sentido antero-posterior de 40 ciclos por segundo que equivale a la frecuencia T del láser, estableciendo momentos de conciencia. Realmente uno no tiene conciencia, sino momentos de conciencia. Y un momento de conciencia, desde el punto de vista talámico, es la integración cortical dada por el radar o barrido talámico que está ocurriendo cada 12, 5 milisegundos en cada parte de la corteza cerebral. Es decir, al hacer el barrido, pasa por una tajada de cerebro y, en esa tajada de cerebro de lado a lado están conectadas todas las neuronas. De tal manera, que en ese momento de conexión de neuronas ustedes tienen lo que se llama un momento de conciencia; un momento de sincronicidad en que las neuronas están conectadas simultáneamente, o sea en paralelo. Y cada 12.5 milisegundos el tálamo vuelve a pasar por el mismo sitio.

Así que tenemos un barrido rostro-caudal que es el responsable:

§ de la conciencia,
§ de la vigilia,
§ de muchos estados de conciencia, como el del sueño profundo y del sueño REM, cosa muy importante cuando vamos a evaluar las epilepsias.

Cuando el barrido talámico se distorsiona o cuando no pasa por una parte de la conciencia, aparece un campo interferente, un foco de Hamer, una cicatriz central, un holograma anormal aislado, en definitiva un islote patológico, algo que se aísla del organismo y que ejerce, por ese aislamiento, un efecto interferógeno sobre toda la periferia en el organismo.

En sanación, siempre hay que restaurar el barrido talámico. Una manera muy bella de hacerlo es simplemente visualizar el tálamo como un radar que va barriendo a 40 c/s en sentido rostro-caudal y visualizar a cuáles zonas del cerebro no llega este barrido. Simplemente ponen la mente firme en la luz, visualizan el barrido tálamo-cortical y ven adónde no llega este barrido y este barrido se restablece.

Los 3 radares

Recordemos que existen 3 grandes radares:

el talámico,
el hipotalámico y
el epifisiario.


Recuerden que esos radares barren en tres direcciones:

§ el tálamo barre de adelante hacia atrás;
§ la epífisis barre de arriba hacia abajo;
§ y el hipotálamo barre hacia las zonas laterales de los lóbulos temporales integrándola con la zona fronto-orbitaria.

La interfase entre estos radares, que barren en las 3 direcciones, forma un patrón de refuerzo de ondas que establece un holograma tridimensional en el que literalmente vivimos, porque ése es el campo neuronal que es simplemente el ejecutor del campo de conciencia. Y a su vez es el instrumento de lectura del campo cuántico.


Plasticidad cerebral

El cerebro se está rehaciendo, a través de sus conexiones, hasta el momento de la muerte, porque el cerebro es un instrumento de producción y de adaptación frente al mundo que permite el aprendizaje. Vinimos a aprender y el cerebro es el principal instrumento de aprendizaje.
Eso es plasticidad cerebral, estamos cambiando las sinapsis, el calibre de la sinapsis y la velocidad de la sinapsis toda la vida. Así que la clave del cerebro, es la conectividad y de hecho el hilo conductor de la terapia en neurología, es restaurar las conexiones.
La enfermedad es una pérdida de conexiones, a eso lo llamamos corto-circuito o interferencia; y ustedes, lo que tienen que hacer, es restaurar las conexiones o hacer conexiones paralelas. Esa conectividad del organismo, no es secuencial, sino en paralelo, lo que quiere decir que todo está conectado con todo. Realmente no existe esa idea de que una cosa primero y otra cosa después. En el organismo, y especialmente en el cerebro, rige la dinámica de la sincronicidad.
Esa dinámica se establece en el caso de la radiación tálamo-cortical, que explicamos anteriormente.
Lo otro, es que en la zona del hipocampo existen una células madre que migran a los focos que exigen regeneración neuronal. Por tanto, la regeneración neuronal es posible.
Ya se sabe que las neuronas se pueden regenerar, pero es crítico porque son un grupo de células granulosas que están ahí a nivel del hipocampo las que no solo se deben regenerar, sino que ellas deben asumir la función de células que se perdieron o que hay que reemplazar y para eso tienen que llegar a ese sitio. O sea, que si se establece una llamada de atención desde un sitio que sufre una pérdida neuronal, la célula debe emigrar y eso implica todo un patrón geométrico o de creodas a nivel del SNC.
Lo otro que es muy importante, es que el estrés y, más concretamente el Cortisol, mata las células madre. O sea que el factor de deterioro más grande del SNC, está dado por el cortisol endógeno y obviamente también por el Cortisol exógeno.


El cerebro:
instrumento de lectura del campo cuántico

Así que el cerebro es un instrumento de lectura del campo cuántico y, en ese campo de posibilidades infinitas, está contenido todo lo que hemos sido, todo lo que somos y todo lo que podríamos llegar a ser. Ya estamos hablando aquí de física cuántica, pero en función del SNC.

Mirado en otra dimensión, recordemos que cada neurona es un cerebro, pero no es un pequeño cerebro, sino que es un supercomputador cósmico, porque el sistema de microtúbulos forma chips y esos chips son procesadores de información en un sentido cuántico. Es decir, que la información contenida en esos chips es, por el tamaño de los microtúbulos, de tipo totipotencial. Es una información que no ha decaído a un estado singular.

Así que en una neurona tenemos así como un campo de posibilidades infinitas y la posibilidad de procesar el campo cuántico. Digamos que una neurona es un instrumento de procesamiento del campo cuántico, a partir del cual, nosotros podemos ir creando desde nuestro presente, o sea el cruce nodal o cruce neuronal, nuestro futuro.

Entonces, el campo neuronal es un instrumento de interacción con el campo cuántico y con el biocampo y, esa interacción del campo neuronal con el soma (biocampo) y con el campo totipotencial (campo cuántico), establece un super-campo que llamamos el campo de conciencia.
De lo que se trata en la vida es de relacionar el campo neuronal con el biocampo y el campo cuántico para generar un campo integrador, que es un campo de conciencia.

Decimos esto simplemente para ponernos en un contexto más amplio y salir del mecanicismo que nos lleva a creer que cuando tocamos un cruce de bandas y columnas, estamos trabajando al nivel material. Realmente lo que estamos viendo es el orden emergente, estamos literalmente iluminando un circuito que inunda toda la vía trigeminal a nivel facial hasta el tallo.

En el cerebro existe un sistema de columnas que son las unidades de procesamiento de información más importantes del cerebro. Las columnas sólo tienen unos cuantos milímetros de diámetro, pero van hasta la profundidad agrupando cientos de miles de neuronas en una unidad de procesamiento funcional. De tal modo, que nuestra inteligencia está relacionada con el número de unidades de procesamiento funcional o columnas que ya tenemos en el cerebro. Así, cuando hablamos de las columnas, eso es un modelo isomórfico o analógico que ya existe en la neurobiología.

Esto es apenas una pequeña introducción de bandas y columnas, ya que es un terreno mucho más significativo y profundo de lo intuido hasta ahora y la riqueza de sus posibilidades clínicas es por ello enorme.


El cerebro y la conciencia

Hay una gran confusión en la medicina sobre el cerebro y la conciencia. Realmente el cerebro no es el SNC, sino el sistema de procesamiento de la información global, al que lo llamamos conciencia y eso es lo que somos.
Nosotros somos un paquete de conciencia y la conciencia no se produce en el cerebro, no es un producto del cerebro, sino un producto de la integración de todos los sistemas. Es una dinámica relacional que llamamos la dinámica del campo R que, además, es un campo de conciencia.

El pensamiento:
La herramienta de la conciencia

Recordemos que:
un movimiento es la exteriorización de un pensamiento;
y un pensamiento es la interiorización de un movimiento.
Siempre que hay un pensamiento, hay un movimiento interiorizado; y siempre que hay un movimiento, hay un pensamiento exteriorizado.
Por tanto, ya no separamos el movimiento externo del interno; debemos ser responsables de nuestro pensamiento, porque cada pensamiento genera un movimiento complejo y en paralelo a nivel de todo el organismo.
Eso implica que nosotros podemos mover toda nuestra fisiología a partir del pensamiento, si estrenáramos el pensamiento, si aprendiéramos a pensar. El drama es que no sabemos ni hemos aprendido a pensar. Sin embargo, estamos en un era de gran oportunidad para aprender a pensar; ni siquiera para aprender a volar, sino para aprender a aterrizar en el cuerpo, porque no hemos tomado posesión de él; y lo hacemos, aprendiendo a utilizar nuestro pensamiento.
Los elementos de la acupuntura, son movimientos de la conciencia; y esos movimientos de la conciencia, en términos nuestros, se expresan a través de la herramienta del pensamiento que es la herramienta imperial.
Yo quisiera resumirles todo esto diciendo que Sintergética es raja-yoga, nada más: es el yoga de la mente.


Unidad psique-cerebro-soma

El cerebro sigue siendo muy importante; podemos hacer una medicina del alma, pero sin cerebro, no sirve para nada. Todo tiene que pasar por el cerebro, todo tiene que ser procesado a nivel del cerebro.
No olvidemos que tenemos la vida, pero la vida no tiene ningún sentido si no tenemos un hilo de conciencia. Necesitamos anclar la energía a nivel del hilo de conciencia y el hilo de conciencia viaja por un Sutratma, llega hasta el séptimo centro y se ancla en la epífisis. Para tener conciencia, es necesario conectar el alma a la epífisis y que, literalmente, la epífisis ilumine las neuronas.
O sea, que es necesario activar la red etérica a nivel del SNC. Si el SNC no está activo, nos perdemos la vida; es la unidad psiquis-cerebro-soma. Podemos tener un cuerpo sano y un alma maravillosa, pero sin cerebro eso no sirve para nada.
Vamos a ver que la unidad psiquis-cerebro-soma es de doble dirección: todo es cerebro y procesa información (el pie, la vesícula, etc.). En la dinámica acupuntural, cuando estamos hablando del hígado, estamos hablando de una función procesadora de información. Que la información sea más o menos densa, o más o menos sutil, es otra cosa. Pero en última instancia, tenemos que decir que el soma es una proyección del cerebro y que la psiquis también es una expresión del cerebro.
Entonces, tenemos el instrumento del pensamiento, que es el que nos permite la interacción con el mundo. Pero sin cerebro no habría pensamiento. Obviamente, que el cerebro no son las ideas; el mundo de las ideas tiene que aterrizar y volverse pensamiento para poder ser operativos en la vida.
Decíamos que el pensamiento es nuestro instrumento de relación con el mundo de la materia, con el mundo humano y con el mundo espiritual. Ahí tenemos los tres mundos, las tres ciencias representadas en la unidad psiquis-cerebro-soma.



CONCEPTO DE CAMPO INTERFERENTE CEREBRAL

El campo interferente cerebral, es el más importante de todos, ya que afecta al ordenador biológico, por lo que es un obstáculo enorme a la terapéutica.

Los campos interferentes cerebrales los buscamos principalmente en :

1. Fontanela anterior:

o Es el lugar de máxima sensibilidad a la radiación ionizante o de alta frecuencia del organismo.

o Es el lugar donde se estructura nuestra relación con Dios, la autoridad y el padre. Y como tenemos tantos líos con esto, este sitio es ya frecuentemente interferente.

o Es un campo interferente que se da frecuentemente cuando hay relaciones interpersonales tóxicas, es decir, cuando hay radiación de alta frecuencia que va más allá de la radiación ionizante.

Lóbulo temporal:

Hay una explicación anatómica para el alto riesgo de accidentes a nivel del lóbulo temporal y es que ahí está la escama temporal, una zona rugosa y cortante que, en los movimientos de desplazamiento hacia atrás y adelante, produce fácilmente hemorragias, desgarros, problemas a nivel meníngeo, cicatrices, adherencias, etc. Y por eso son tan frecuentes las epilepsias focales a nivel del lóbulo temporal.

Por otro lado, los cortocircuitos emocionales afectan siempre al lóbulo temporal y especialmente a la zona basal, que tiene que ver con el reconocimiento.
A nivel de la parte rostral del lóbulo temporal, está la representación del reconocimiento complejo, que es el de rostros. Tal vez de lo más elaborado sea el mirar a una persona y reconocerla inmediatamente y reconocer casi su arquetipo, porque es el compañero que conoció apenas en la infancia y lo ve 20 años después y lo reconoce por su nombre. Eso que se da instantáneamente, es una unidad de procesamiento de rostros que existe a nivel de la base del lóbulo temporal y que tiene una implicación muy importante en la relación de tipo emocional. Es decir, con tu arquetipo yo estoy reconociendo mis afectos hacia ti.

Ese reconocimiento de tipo emocional, se da entre los dos lóbulos temporales, a través de la comisura anterior y la comisura del hipocampo, que son las que regulan el manejo emocional. Por eso, es tan importante en sanación corregir ambas comisuras, tanto la del hipocampo, como la del lóbulo temporal. Y esas dos comisuras están siempre comprometidas cuando tenemos un inadecuado patrón de identificación con el padre y la madre.

Recordemos que la figura del padre y la madre han de procesarse en los lóbulos frontales, en la corteza fronto-orbitaria y en los lóbulos temporales:

§ la de la madre, se procesa muy precozmente en el tallo, pero después lo ascendemos y procesamos a nivel de la fontanela menor,

§ la del padre, se procesa a nivel de la fontanela mayor;

§ y a través de ellos, y en contacto con 20VG, los procesamos a nivel superior, en general:
o en el átomo permanente emocional y en los pétalos de amor para la imagen materna;

o y en el átomo permanente mental y los pétalos de voluntad, para la imagen paterna.

Simplemente para que comprendamos los movimientos, aparentemente extraños, que hacemos en sanación, les pongo un ejemplo:

1. ascendemos la imagen de padre y madre, a través del 3º, al 4º;

2. en el 4º, las conjugamos con tu propia imagen, para que tú seas tu padre y tu madre, para que seas el hijo, el producto de esa relación armónica,

3. la llevamos al 6º,

4. y del 6º, el territorio fronto-orbitario, donde procesaste inadecuadamente la imagen femenina a través de tu madre,la vamos proyectando al territorio témporo-frontal, para que a través de la comisura anterior puedas unir el padre y la madre;

5. y de ahí, la llevamos al tallo para rescatar alguna imagen más arquetípica que tengas del parto o del embarazo;

6. y de ahí, la subimos al IV-4 donde son armónicas, para integrarlas en el IV-7. En el IV-7, tenemos la reunión de la fontanela mayor y la menor, entonces ahí la podemos sanar:

o en el átomo permanente emocional, la imagen de la madre, que representa la imagen del cuerpo astral y del amor,

o en el átomo permanente mental, la imagen del padre, que representa la imagen de la voluntad de la mente.

Y así, cuando conciliamos la línea del amor y la línea de la voluntad desde el alma, disminuyen muchas fricciones. Y vamos comprendiendo como todo esto está íntimamente relacionado con el conocimiento de la neurología y la neurosintergia.

La interferencia en el lóbulo temporal puede generar:

a) lo que se conoce como “el pequeño mal”.

No corresponde a una epilepsia, porque no hay perdida de control del cuerpo físico, sino que hay una desconexión de la conciencia, de la vía tálamo-cortical; se desconecta la formación reticular de la corteza cerebral durante algunos segundos y empezamos como si estuviéramos en un electroencefalograma de sueño profundo, de picos y ondas.

Pero el pequeño mal puede no dar una disrritmia o ese efecto tan espectacular; un pequeño mal también, es una crisis de pánico, en que pierdes ya no la conexión de tu conciencia con tu cuerpo físico, sino también con tu cuerpo emocional y pierdes el control emocional.

Una crisis de agresividad, también puede ser un pequeño mal, y en ocasiones si esa crisis se conecta a través del hipotálamo y deriva esa corriente por el hipotálamo, tenemos un fenómeno neurovegetativo.

Una persona con un vacío en el plexo solar, al que le entra diarrea, hipotensión y una crisis vagal, frecuentemente eso no es del plexo solar, sino que está originado en el territorio III-1, que es la columna del 3º y viene del lóbulo temporal. Ese campo interferente a nivel del III-1, es de los más frecuentes en la economía global y está muy asociado con la ATM, porque muchas veces su válvula de drenaje es a través de la ATM y el área sub-occipital.

b) las grandes cicatrices afectivas.

Tienen su efecto especialmente sobre la 1ª banda:

a. a nivel de la columna del 3º (III-1), donde están las grandes perdidas afectivas,
b. y a nivel V-1, cuando pierdes muy precozmente la imagen materna, afectando a la corteza fronto-orbitaria.

Pero no olvidemos que hay una unidad funcional total temporo-frontal entre III-1 y VI-1. Uno debe visualizar la unidad temporo-frontal como algo totalmente indivisible desde el punto de vista clínico. Y el hecho de restablecer el movimiento del temporal al frontal y viceversa, nos da la posibilidad de manejo de muchas cosas en la clínica.


Cuando tienen una interferencia en lóbulo frontal, se afecta:

a) el hipocampo, que tiene que ver con la fijación de la memoria a largo término, con todo tipo de memorias, aún las emocionales.

b) La amídgala,

c) Y la conexión del hipocampo con los cuerpos mamilares. Por esa razón se afecta también:

§ La vía mamilo-frontal, que es muy importante en la regulación emocional; y

§ La vía mamilo-talámica, que son unos circuitos inmensos que llevan toda la información neurovegetativa, emocional y endocrina, vía tálamo a la corteza cerebral.

Uno hace el siguiente recorrido en sanación:

1) localizamos el foco de conflicto a nivel del lóbulo temporal;

2) conectamos el lóbulo temporal con la amígdala, concretamente con el núcleo inferior de la amígdala, el que se conecta con la corteza témporo-frontal.

3) Integramos la amígdala con el hipocampo, para barrer también las memorias emocionales que estén relacionadas también con ese conflicto emocional.

4) Conectamos el hipocampo, a través del fornix, de las fimbrias del hipocampo, con los cuerpos mamilares del Hipotálamo, donde se lleva a cabo la regulación neurovegetativa, emocional y endocrina. Este es un circuito muy totipotencial que nos da la posibilidad de un manejo emocional desde el SNC.

5) A nivel de los cuerpos mamilares, podemos hacer conexión con:

a) los núcleos dorsales anteriores del tálamo;

b) la corteza frontal, a nivel de la corteza fronto-orbitaria, donde están:
i) las memorias emocionales críticas de nuestra primera infancia, aquellas que moldearon nuestra personalidad, y
ii) la memoria emocional crítica de nuestra primera relación con la madre, la percepción del afecto materno que está determinando nuestro patrón de reacción emocional.
iii) el haz medio del telencéfalo, que es el circuito del placer, cuyo neurotransmisor esencial es nuevamente la dopamina, determinando el tono afectivo en tu vida.

Entonces, el III-1 hace este recorrido:

1) viaja por la fimbria del hipocampo (por el fornix) hasta el cuerpo mamilar;
2) desde él, viaja al tálamo;
3) y desde el tálamo, viaja a la corteza frontal;
4) y en la corteza fronto-orbitaria, se devuelve por la banda del 1º, a través del fascículo fronto-occipital, que va desde la corteza frontal hasta la occipital, hasta la columna del 1º, retroalimentando todo el circuito desde el lóbulo frontal, que es el gran modulador.



3) La zona suboccipital.

o hace parte de la barrera del sueño, que consta de los siguientes puntos: 10V, 20VB, 17TR, 19ID.

o Es una barrera de control de la energía ancestral.

o Funciona como una válvula funcional que permite cuantificar el paso de la energía a través de la formación reticular.

o Regula el yin y el yang.

o Regula los ganglios basales, el tallo y, sobre todo, el flujo de aires vitales entre el 4º ventrículo y el acueducto de Silvio, lo cual, regula tu grado de tono reticular y cortical. Esa es la clave a nivel de la formación reticular y de la zona de la barrera suboccipital, que es como su cerebro operativo.

o La barrera suboccipital es uno de los sitios donde con más frecuencia hay fugas energéticas y radiaciones de alta frecuencia.

El 4º ventrículo

o Es una zona muy sensible a la radiación, que los antiguos llamaban la caverna de Brhama, ya que realmente tiene receptores de alta frecuencia.

o Acumula, pues:

v Radiación, en el caso de un paciente sometido a radiación;

v y también los tóxicos más poderosos.

La intoxicación más severa no es ni porque se altera el hígado, el riñón, el bazo o por ningún órgano periférico, sino porque se altera la formación reticular. En un paciente sometido a quimioterapia, radiación o tóxicos muy potentes, ustedes van a ver milagros desinterfiriendo el tóxico directamente sobre la formación reticular, en la zona del tallo cerebral. Este es un descubrimiento relativamente reciente, de los últimos 4 ó 5 años.

Cabe mencionar aquí el uso de vórtices magnéticos gravitacionales, que forman parte de las herramientas que empleamos en una Sintergética de 2º nivel, porque es posible hacer desintoxicaciones globales del organismo solamente desde la zona del 4º ventrículo, cuando hacemos la conexión de un campo magnético de alta intensidad sobre un campo gravitacional que se genera sobre micro-agujeros en tubos de plomo. Son equipos muy pesados y caros por ahora, pero tienen la capacidad de generar el efecto de un agujero negro y absorber la información tóxica, la que no pertenece al organismo, en un solo movimiento terapéutico.



Neuropéptidos y su modulación terapéutica

1) Tenemos en la formación reticular, alrededor de 70 neuropéptidos que hacen la traducción entre el sistema neural y el sistema inmune, y entre nuestra mente y nuestras emociones, para convertirlas en fisiología. Por tanto, los consideramos la gran interfase entre los cuerpos mental, emocional y físico.
2) los neuropéptidos son los traductores de la información emocional a códigos eléctricos y códigos químicos.
3) son un común denominador de la evolución, prácticamente desde el paramecio; es decir, son moléculas muy arquetípicas y las encontramos a lo largo de toda la escala filogenética prácticamente sin cambios.
4) Y, lo más importante, todos los neuropéptidos se producen en el en el piso del cuarto ventrículo, que es el maestro de los ritmos vegetativos básicos (la circulación y la respiración, etc.). Es por ello, por lo que al respirar podemos modular los neuropéptidos; ese es el misterio de la ciencia de la respiración y también el misterio de la circulación y de los pulsos del líquido cefalo-raquídeo, de los pulsos rítmicos craneanos, de los pulsos que sentimos en la medicina manual etérica, en la osteopatía; todos estos pulsos están ligados a la inundación de neuropéptidos y de neurotransmisores y del cambio en su patrón de secreción que puede ocurrir a nivel de la zona del cuarto ventrículo.
5) los neuropéptidos están íntimamente asociados a la liberación de opiáceos.
Los opiáceos endógenos se producen en el 4º ventrículo, a nivel de la sustancia gris periacueductal. Ellos son claves en el aprendizaje, porque el aprendizaje necesita recompensa, que es la dinámica del placer. Si uno no está produciendo opiáceos que generen cierto placer en el aprendizaje, no hay refuerzo y donde no hay refuerzo no hay memoria ni aprendizaje.
Por otro lado, la amígdala es el máximo receptor de opiáceos endógenos que corresponden a los circuitos del placer.
Existen 2 grandes tipos de opiáceos en el organismo:
Opiáceos de cadena larga:
Hay una gran molécula madre, que es la pro-opio-melanocortina, a partir de la cual, se producen los opiáceos de cadena larga, que son las b-endorfinas, muy importantes en la consecución de un estado de euforia, bienestar o de placer, cuando son liberadas en el LCR.
Es tan importante esto, que si uno mide en el LCR el nivel de opiáceos en alcohólicos están bajas mientras no están bajo el efecto del alcohol, por lo que tienen un estado de ánimo muy bajito. Pero cuando toman alcohol se les eleva.
Se sabe también que la risa sube las endorfinas, produciendo un efecto analgésico.
Opiáceos de cadena corta:
Son las encefalinas:
met-encefalina, por metionina-encefalina
y leu-encefalina, por la leucina-encefalina;
es decir, son cadenas cortas de 4-5 aminoácidos que se diferencian en un aminoácido, bien metionina o bien leucina.
La encefalinas son los responsables del placer dirigido. Ya no es la euforia ni la sensación de bienestar, sino que me dirijo hacia una cosa placentera o produzco analgesia sobre una metámera.
Entonces esos dos tipos de opiáceos que están no solo produciendo analgesia, sino que están atenuando el efecto del dolor para que no se vuelva un sufrimiento. Si no hubiera opiáceos nos dolería caminar, no soportaríamos la gravedad, recibiríamos tantas sensaciones irritativas de las cápsulas articulares de todo el cuerpo, que prácticamente la vida se nos haría insoportable. Por eso es, que una persona sin placer no puede vivir. Realmente cuando se pierde el placer de vivir, la vida nos duele y eso es simplemente que no tenemos el colchón amortiguador de los opiáceos endógenos.
Así pues, la sustancia gris periacueductal es el máximo productor de opiáceos y en ella hay toda una representación visceral. Entonces las vísceras serían los grandes procesadores de emociones en el organismo. Por eso, las ulceras, las colitis, las gastritis, las colecistopatías son simplemente el resultado del colapso de las emociones a nivel visceral. De ahí la actividad del sistema nervioso entérico, que es un cerebro periférico que produce más neurotransmisores y más opiáceos que todo el encéfalo. Podemos decir, desde el punto de vista bioquímico, que el cerebro está en la tripa. Y los grandes procesadores emocionales son periféricos, porque tenemos opiáceos y neurotransmisores a lo largo de todo el tracto digestivo.

6) los neuropéptidos no tienen un efecto local ni solo sobre las glándulas endocrinas, sino que actúan en todo el organismo en paralelo y sincrónicamente, estableciendo una red de integridad. Por eso, decimos que los neuropéptidos son estrategias de la conciencia para traducir el campo emocional en el biocampo y, en última instancia, en un patrón de organización molecular.
a) Por ejemplo, ACTH actúa a nivel de:
el cuarto ventrículo,
el hipotálamo,
la epífisis,
los linfocitos T, ya que los linfocitos T son neuronas ambulantes y hay receptores de ACTH en todas las células del sistema inmune y prácticamente en todos las células del organismo. De tal manera, que la acción de la ACTH es una acción en paralelo sobre múltiples órganos y sistemas.
b) Otro ejemplo, hay receptores de vasopresina, no solo en el riñón, sino en la pared vascular y a nivel de la amígdala y del hipocampo. De tal manera, que la vasopresina está actuando también en paralelo sobre múltiples órganos y sistemas.
c) Un tercer ejemplo, es la colecistoquinina, que cuando actúa, lo hace sincrónicamente sobre:

o el lóbulo frontal,
o los testículos,
o el plexo solar
o y el timo, por ejemplo;

7) los neuropéptidos no actúan solos, sino como paquetes de información. Tenemos muchos neuropéptidos que actúan sobre patrones de comportamiento complejo. Antes creíamos que un neuropéptido actuaba sobre la amígdala, sobre el hipocampo y ya sabemos que actúan sobre receptores en todo el organismo de una manera sincrónica para estructurar una conducta. Y una conducta es una estrategia biológica de adaptación y, como tal, es muy compleja porque tiene que integrar muchos órganos y sistemas. Por ejemplo, el reflejo de búsqueda de alimento cuando tenemos hambre, es un reflejo que involucra el sistema vascular, el sistema endocrino, la regulación hipotálamo-hipofisiaria y el sistema motor, porque nos tenemos que mover. Es decir, que involucra tantos sistemas, que ese es un paquete de información compleja regulado por unos cuantos neuropéptidos (neuropéptido Y, b-endorfina, colecistoquinina, dopamina y serotonina). Cuando ese sistema se daña, puede haber una falta de saciedad, que ocurre, por ejemplo, en algunos casos de obesidad, o puede haber una anorexia nervosa. En la anorexia nervosa, no hay un solo fenómeno, no es un problema hipotalamo-hipofisiario, no es solo un problema del sistema límbico, sino que realmente es la alteración de un paquete supremamente complejo.

La modulación terapéutica de los neuropéptidos la hacemos:
a) esencialmente, desde el cuarto ventrículo;
b) luego, desde la zona amigdalar (lóbulo temporal), que es el gran receptor de neuropéptidos y el gran cerebro regulador de las emociones;
c) y luego, lo hacemos a nivel de la zona fronto-orbitaria.

Algunas recomendaciones para la modulación terapéutica de los neuropéptidos, son:
1) Utilicen siempre la neurotensina, ya que es un neuropéptido esencial a nivel del SNC, porque hemos visto que está en relación con las disritmias. La disritmia, a nivel central, tiene resonancia al paquete neurotensina-cobre.
Otros paquetes son:
- Linoleico-magnesio: que es un paquete clave allí donde hay alteración de la permeabilidad de las membranas a nivel del SNC.
- Serina-ATP: Para mí es fundamental, ya que resuena a nivel del tallo cerebral en pacientes que tienen un déficit de tono en la formación reticular y se puede hacer el estímulo localmente, pero obviamente después de desinterferir el tallo.
2) A veces estos neuropéptidos, pueden tener, como la colecistoquinina, una cadena de unos 30 aminoácidos; pero de ellos, son unos activos a nivel digestivo y a nivel del SNC son otros. Digamos que es como un paquete de información que va escogiendo aminoácidos, normalmente por tríadas. Es bien especial porque un neuropéptido se puede mimetizar, desde el punto de vista de la información, con un grupo de aminoácidos.
3) Si no tienen los neuropéptidos, busquen directamente los aminoácidos los que quieran hacer investigación.
Los aminoácidos activos en los neuropéptidos, son los mismos aminoácidos que constituyen el sustrato para la construcción de los neurotransmisores, que son moléculas más sencillas. Los neuropéptidos son moléculas más grandes y más complejas, pero los neurotransmisores son moléculas mucho más sencillas.
4) Exploren siempre a nivel central los aminoácidos esenciales, cuando quieran modular los neuropéptidos; y, dentro de los aminoácidos esenciales, nuevamente insistimos en la ley del tres:
a) primero, cojan los aminoácidos que corresponden a los precursores de dopamina y serotonina;
b) segundo, cojan los aminoácidos que se fosforilan, porque son los aminoácidos más activos.
El aminoácido que mimetiza o que maneja o modula más la información de los neuropéptidos es, nuevamente, la tirosina que también es un aminoácido que se fosforila y que es el aminoácido precursor de las catecolaminas.
Entonces, cuando no sabemos qué hacer, cogemos cadenas de aminoácidos y los exploramos. No debe dar reacción al pulso a aminoácidos esenciales; y es bien especial porque muchos problemas neurológicos tienen reacción anormal a los aminoácidos a los que el organismo se ha sensibilizado a nivel de la segunda porción del duodeno. Así asociamos el sistema nervioso entérico con el SNC.

El sistema nervioso entérico

Recordemos que hay tres sistemas nerviosos:
sistema nervioso central (SNC)
sistema neurovegetativo (SNV)
y sistema nervioso entérico.
El Sistema nervioso entérico es un sistema nervioso completo, complejo, integro y autónomo que rige buena parte de las reacciones en los otros dos sistemas nerviosos. Es decir, en el sistema nervioso entérico nosotros también tenemos terminales vegetativos. Así que el sistema nervioso entérico modula el vegetativo y el vegetativo modula el central.
Vía sistema nervioso entérico, se produce toda una secreción de neuropéptidos y de neurotransmisores, como es el caso de sustancia P y de met-encefalina, ambos muy importantes.
Buena parte de los moduladores o de las sustancias que utilizamos en las colitis en medicina, simplemente lo que modulan es la secreción de met-encefalina y de leu-encefalina. Si tenemos en cuenta, por ejemplo, el Debridat, este actúa aumentando la producción local de met-encefalina y a nivel medular y así quita el dolor y la inflamación del colon.
Así pues, los viejos naturistas tenían razón. Si nosotros aplacamos el fuego digestivo, si drenamos y mejoramos la calidad de la digestión, mejoramos el neuro-vegetativo y el SNC. Es decir, ahora tenemos que rescatar la modulación a nivel del sistema nervioso entérico.
En paciente que está muy descompensado, nosotros hacemos neurología en la barriga colocando sistemas AM-RAM y luego, sobre éstos, probamos si hay sustancia P, neurotensina, VIP, leu-encefalina, b-endorfina, met-encefalina; es decir, armamos un holograma, lo activamos y luego conectamos los puntos de resonancia en el SNC.

Modulación inmune
de las bacterias Gram negativas

Por otro lado, las bacterias Gram negativas (-) son activadoras del tono básico del sistema inmune. Si las Gram (-) no secretaran endotoxinas que mantuvieran alerta el sistema inmune, nos inmunodeprimiríamos, ya que son absolutamente necesarias para mantener el tono secretor de interleukinas.
A su vez, las interleukinas que participan en el proceso inflamatorio, especialmente la I y la II, actúan también a nivel del SNC sobre la glía y desde la glía rigen el biocampo cerebral alterando los biorritmos. Por ejemplo, un paciente que tiene un exceso de interleukina I no duerme y tiene insomnio. Es decir, que las Gram (-) están incidiendo sobre la calidad del sueño. Por tanto, la calidad de la flora intestinal está determinando también la calidad de nuestros biorritmos y de nuestro sueño. Así podemos abandonar un tipo de pensamiento centralista y empezamos a entrar en un pensamiento más integral, donde el abdomen y el polo metabólico motriz se nos vuelve importante.

La red inteligente de
neurotransmisores, neuropéptidos y sus receptores


Los neurotransmisores, los neuropéptidos y sus receptores forman una red inteligente de conexión en todo el organismo, que establece la interfase mente-cuerpo. Hablamos de interfase, pero no es tal, porque el cuerpo es mental. El buen sintergético, al mirar el cuerpo, ve la mente y el movimiento del campo, por lo que ya no necesita sustancias químicas, ni inyectar, porque ve que al trabajar con los campos de energía, ya produce buenos resultados.

Hay una unidad integrada entre la ATM, el tallo cerebral y los núcleos superiores de la médula espinal a nivel del 4º ventrículo, donde hay receptores de noradrenalina. Estos receptores son los responsables de la respuesta automática de fuga.

Recordemos que a nivel del 4º ventrículo tenemos varios tipos de núcleos productores de:

Dopamina (“la molécula del amor”), a nivel de la sustancia nigra, que forma parte de la vía nigro-estriatal responsable del tono neuromuscular y del equilibrio.

Noradrenalina, a nivel de un pequeño núcleo en el tallo, que es el locus ceruleus responsable de la reacción de ataque-fuga, la estrategia primitiva de la vida, por lo que se consideran el reptil del reptil.

Serotonina (“la molécula de la felicidad”), a nivel de los núcleos del rafe magnum y el rafe medio lateral, que se disponen a lo largo del tallo, responsable del sueño, del tono vital, del tono neuromuscular y del apetito.

Una fibromialgia es una depleción de serotonina y por eso la fibromialgia, la depresión, el ataque de pánico y el síndrome de fatiga crónica son facetas de un mismo síndrome, de una misma alteración del tono a nivel de los ganglios basales, con un compromiso serotoninérgico que, casi siempre, va asociado al compromiso de la dopamina. Si tienen una depleción de dopamina, firmen que también hay una depleción de serotonina.


Por otro lado, los estados de conciencia trascendentales, son serotoninérgicos, producen grandes liberaciones de serotonina. Moléculas como el LSD, que producen efectos alucinógenos, están actuando sobre los receptores de serotonina a nivel de las células de los núcleos CA3 del hipocampo, que son los responsables de los estados de conciencia transpersonales. Cuando excitamos esas células con receptores serotoninérgicos, tenemos un estado de conciencia que va más allá del ego, un estado de conciencia chamánico.

A nivel mesencefálico, están especialmente los núcleos productores de acetilcolina. Es bien importante, porque quizá es la estrategia más efectiva en el caso de la enfermedad de Alzheimer, tratar de mantener la conciencia cortical despierta activando los receptores colinérgicos que están difusamente activos sobre toda la corteza cerebral. Este es realmente un mecanismo de doping, es sacar el poco jugo, la poca reserva que le queda al sistema.

(Fusionar este capítulo con nts y sus vías)
Neurotransmisores y sus vías

Todos los neurotransmisores tienen vías privilegiadas que hay que conocer, para que ya en el campo de la neurosintergia los podemos modular.
Obviamente, esas vías se difunden a lo largo de todo el SNC. Pongamos el ejemplo de la modulación de la vía dopaminérgica, que es la clave de la vía piramidal a través de la vía nigro-estriatal (sustancia negra, estriatus, globus palidus, núcleo caudado).
Lo importante no es la vía, sino cómo se conecta con las otras vías. Es un asunto de conectividad. En Sintergética, no nos interesa por dónde van las cosas, sino con quién y cómo conversan; es decir, cómo se relacionan y eso es lo que es útil desde el punto de vista clínico.
Entonces, hay una conexión privilegiada entre la vía piramidal y el sistema límbico, que yo la llamo, la conexión magnético-gravitacional, porque:
el sistema límbico, es el sistema de control magnético o emocional;
y la vía piramidal, es el sistema del control gravitacional o de la estática.
Esas dos vías se encuentran en los núcleos dorsales y anteriores del tálamo, que es la zona que procesa la energía eléctrica en el cerebro.
Entonces, las energías eléctrica, magnética y reticular se encuentran en la corteza fronto-orbitaria, que es donde sucede la primera programación emocional que tenemos, es decir, la primera visión del niño, la de la cara materna. Cuando vemos la cara de la mamá, eso impacta en la corteza fronto-orbitaria y en todas las conexiones hacia el lóbulo temporal y hacia el hipotálamo, para regresar nuevamente a la corteza fronto-orbitaria.
Luego manejarla es esencial para poder modular la respuesta emocional, lo que conseguimos a través de las vías dopaminérgicas.
Entonces, tenemos
1) una vía dopaminérgica reticular, que implica a la sustancia nigra y a la vía nigro-estriatal, que es el control extra-piramidal;
2) una vía eléctrica, que conecta el tallo y el encéfalo hasta el lóbulo frontal y establece lo que se llama el circuito del placer. Esta vía es definitiva en nuestro comportamiento y muchas enfermedades se originan ahí;
3) y luego una vía dopaminérgica magnética a nivel del hipotálamo.
Manejar esas tres vías es integrar los tres cerebros a nivel de la línea media y ellas se integran, en última instancia, a nivel frontal.
Esto es importante conocerlo, porque es lo que hacemos en sanación todos los días. La sanación, en la perspectiva Sintergética, es científica. Uno no se inventa nada, uno sigue las vías que se inventó la naturaleza para adaptarse hace millones de años. Yo insisto en que esto no es difícil y puede ser muy útil, porque uno ve cómo cambia el paciente cuando uno sigue estas vías en los proceso de sanación.
¿Cómo se conectan estas vías?
1) el hipotálamo, que tiene una vía dopaminérgica intrínseca, se conecta con el tálamo a través de los cuerpos mamilares por la vía del fascículo mamilo-talámico. Entonces, la vía magnética se conecta con el tálamo y con el lóbulo frontal a través del fascículo mamilo-talámico y la radiación tálamo-frontal.
2) Luego, la vía nigro-estriatal se conecta porque los ganglios basales del cerebro generan vías que van hacia los núcleos dorsales del tálamo y el tálamo nuevamente se conecta con el lóbulo frontal. El núcleo superior de la amígdala, el gran regulador emocional, se conecta con el hipotálamo y, a través del hipotálamo nuevamente, hacia los núcleos mamilares, fascículos mamilo-talámicos y radiación tálamo-frontal.
3) Todo ha de encontrarse a nivel frontal. Allí es donde nos hacemos humanos; allí no tenemos solamente el lóbulo olfatorio del pez, sino la integración reverberante de los tres cerebros, de esos tres potenciales del reptil y del mamífero que se humaniza. En el lóbulo frontal literalmente nos humanizamos y por eso es tan importante manejar en medicina manual etérica y en mudras toda la zona de la corteza fronto-orbitaria.

Tenemos también 3 vías:
1) Vías colinérgicas,
2) vías serotoninérgicas
3) y vías noradrenérgicas.
Ya veíamos que el núcleo del sueño paradójico, es el mismo núcleo de la agresividad, que es el núcleo del locus ceruleus, que representa la vía noradrenérgica por excelencia. Eso nos explica algunas paradojas, como por ejemplo, que durante la fase de sueño MOR y de sueño paradójico, se aumenta el metabolismo, la presión arterial y el consumo de oxígeno. Es como si estuviéramos más despiertos durante el sueño paradójico, que cuando estamos despiertos. Eso nos explica por qué muchas personas tienen infartos de miocardio durante la fase de sueño paradójico ya que los sistemas de vigilancia epifisiarios están más activos durante esa fase de sueño paradójico que en otras fases.
Así que sedar el núcleo del sueño paradójico, puede producir un sueño más profundo y más relajante en personas que sueñan continuamente. Cuando uno sueña, el sueño de los sueños es el sueño paradójico y, de pronto, uno sueña que se está muriendo y se despierta con crisis de pánico; o tiene una pesadilla tan vívida, que ustedes lo están viviendo como si fuera una realidad. Eso está ocurriendo en la fase del sueño paradójico y tiene que ver con las vías noradrenérgicas.

En nuestra investigación sobre las vías cerebrales nos hemos encontrado tres cosas muy simples:
1) que la vía dopaminérgica y todas esas vías desembocan en la corteza fronto-orbitaria;
2) que la vía serotoninérgica desemboca en la zona del lóbulo temporal y en los núcleos del hipocampo (no es que no haya otras partes, sino que este es el punto regulador más importante);
3) la vía noradrenérgica desemboca (la del locus ceruleus) en la línea media entre estas dos, a nivel del septum lucidum, que está exactamente debajo de la fontanela mayor, pero más profundamente a nivel de la base del cerebro.
Y estas tres vías se integran a nivel de ese septum y, a través del septum se conectan con el séptimo centro, que es el gran regulador a nivel central de todas las vías cerebrales.
La epífisis produce neurotransmisores, neuropéptidos y prácticamente todas las hormonas hipofisiarias, por lo que no puede ser considerado solamente un regulador de melatonina. La epífisis es una glándula muy compleja que estamos empezando a descubrir.

Un ejemplo de la regulación de la vía serotoninérgica es muy simple:
1) ustedes parten de los núcleos del Rafe medio y lateral en la zona del cuarto ventrículo a nivel del tallo;
2) ascienden hacia el lóbulo temporal;
3) conectan el lóbulo temporal y la amígdala al hipotálamo y de ahí a la epífisis;
4) en la epífisis activan la transición serotonina-melatonina; la serotonina es el precursor inmediato de la melatonina. Recibe un grupo metilo por una enzima que es responsable de los biorritmos, la metil-transferasa, que está a nivel de la epífisis.
Eso sirve para regular los biorritmos en los pacientes. Es supremamente efectivo porque la modulación de la melatonina controla:
la secreción de TRH y la acción tiroidea,
la secreción de GnRH y el tono hormonal hacia las gónadas;
el tono tímico.

Entonces podemos decir finalmente que:

o sin serotonina, no hay melatonina;

o sin melatonina, no hay timo; y

o sin timo, no hay inmunidad.

La melatonina tonifica el timo, porque el timo se tonifica en la pausa y la pausa del sistema la establece la melatonina.
El exceso de luz artificial y de campos electro-magnéticos tiene una efecto de epifisectomía sobre los animales de investigación. Es decir, que cuando ustedes no apagan la bombilla ni de día ni de noche, cuando de pronto tienen insomnio se levantan y prenden la luz, ustedes dejan de liberar melatonina y entonces no hay función tímica, ni auto-reconocimiento celular. Buena parte de los tumores tiene que ver con eso. Hay una relación directa epífisis – melatonina – TRH - timo y eventos de falla de auto-reconocimiento.



Muchos de los problemas neurológicos son digestivos

El sistema nervioso entérico es el más grande productor de neuropéptidos del organismo. Además, todos los neuropéptidos producidos a nivel central, lo hacen también a nivel del sistema nervioso entérico; y cuando hay alteraciones intestinales, tenemos alteraciones a nivel del Tallo y del SNC .

A este nivel, tenemos Fenilalanina-Tirosina-Triptófano, que son los precursores de Dopamina y Serotonina. El síndrome de Dopamina-Serotonina no comienza en el Tallo, sino a nivel entérico, relacionado con problemas de malabsorción.



Dinámica del movimiento interno del LCR

Por último, miremos la dinámica del movimiento interno del líquido cefalo-raquideo (LCR), cuya 1ª expansión está en el tallo cerebral, en el 4º ventrículo.

Imaginen que tienen una onda de presión, la cual, se expande a nivel del 4º ventrículo, símbolo del plexo solar y del estómago.

Luego viene una contracción a lo largo del acueducto de Silvio y la formación reticular, equivalente de la imagen del esófago.


La interfase IV ventrículo-acueducto de Silvio (que yo la llamo el cuello de botella), es el lugar donde tenemos la máxima fricción en nuestra evolución. Ese lugar corresponde al cardias o la unión entre esófago y el estómago. De ahí la importancia de esta zona del cardias. En la zona del cardias, hay fricciones, cáncer, reflujo, B+30, sensación de vacío. Equivale al 15VC, que es un punto importante en el procesamiento de la información del fuego. Ahí vemos las correlaciones entre la periferia y el centro.


Alrededor del acueducto de Silvio, está la sustancia gris periacueductal, donde están los grandes productores de opiáceos endógenos y más concretamente de beta-endorfinas, que son los grandes procesadores del manejo del dolor. Cuando no existe una buena circulación de ascenso entre el 4º ventrículo y el acueducto de Silvio, hay pérdida de tono global en la formación reticular a nivel de la sustancia gris periacueductal. Entonces nuestro manejo del dolor físico o emocional es pésimo, porque no tenemos energía vital para manejar el dolor.


Pasamos a través del acueducto de Silvio y viene otra dilatación a nivel del 3º ventrículo, a dónde llevamos la energía y ahí ya estamos en el diencéfalo, ya que es equivalente a la unidad hipotálamo-hipocampo.

Entonces, ya salimos del infierno y entramos en el purgatorio. Este es un viaje iniciático en el que uno va recorriendo los diferentes territorios internos, el infierno, el purgatorio, el cielo, yendo hacia la liberación.

Una vez que estamos en el 3º ventrículo, tonificamos los ordenadores del triángulo magnético de la cabeza: tálamo, hipotálamo y epífisis, que forman los límites del 3º ventrículo.

A nivel del 3º ventrículo, se disponen lateralmente los llamados agujeros de Monroe, que conectan el sistema ventricular con los ventrículos laterales. Cuando estamos en 3º ventrículo y ascendemos al sistema ventricular cerebral y a los cuernos temporales, frontales y occipitales ya estamos generando un carga energética de toda la glia a nivel central.



En los campos interferentes cerebrales, como las gliosis, lo primero que uno necesita en cerebro, es tener energía. Por eso, yo recomiendo cargar primero a través de los aires vitales: la circulación de prana por el canal central del 4º ventrículo al 3º ventrículo, los agujeros de Monroe y los ventrículos laterales.

Procedimiento para mover los aires vitales

Algo muy importante en neurología Sintergética, que es cómo mover los aires vitales. El LCR se mueve exactamente como se mueve el prana, a lo largo de los nadis mayores, que son Ida, Sushumna y Pingala. Esos aires vitales que circulan por todo el centro de la médula y el tallo cerebral hasta el 3º ventrículo, son las formas de prana de más alta frecuencia y, por ello, son los grandes portadores del holograma biológico:

1) se magnetiza el 1º centro,
2) se lleva la energía del 1º centro al cono medular terminal y entramos a través del canal central medular,
3) ascendemos por el canal medular hasta la interfase entre el canal medular y el 4º ventrículo.
En el 4º ventrículo están todos los reguladores neurovegetativos (de presión, de los biorritmos, etc.) y alrededor está el grupo de pares craneanos de la homeostasis (V, VII, IX y X par).
4) Cuando ascendemos la energía por el 4º ventrículo, hacemos literalmente un masaje interno. Cuidado, porque si hay una debilidad a nivel de la barrera etérica suboccipital o en los chacras de la ATM, la energía se puede fugar por ahí. La recomendación es que, siempre que se lleva la energía al 4º ventrículo, se magneticen simultáneamente los chacras de la ATM y visualizando como si la energía de la ATM se dirigiera hacia el territorio del 4º ventrículo reforzando la trama etérica.

Esta es la clave del vértigo, siempre hay un déficit de sangre a nivel de los sistemas vestibulares o de control del equilibrio en el cerebelo; pero, en última instancia, ese déficit de sangre se acompaña de un déficit de la energía neurológica, la que acompaña a los manu-nadis, que son los nadis más mentales o neurales, los que manejan la más alta frecuencia y esos nadis los podemos vitalizar a través del ascenso de los aires vitales al 4º ventrículo.

Una persona con vértigo, mareos, depresión, hipotensión, frecuentemente lo que tiene, es un déficit de prana cualificado a nivel del 4º ventrículo para nutrir energéticamente todos esos centros o representaciones que están alrededor en la formación reticular.



Y una vez que tenemos esa carga, ya vamos recorriendo las bandas periventriculares, que son las más importantes en los focos de Hamer y en las representaciones de gliosis que corresponden al mesodermo del SNC.

Recordemos que la médula, la columna vertebral y el sistema músculo-esquelético está representado sobre la zona periventricular, en la sustancia blanca. Pero esa sustancia blanca, no tiene energía muchas veces; y energía no en términos de electrones, sino que es una energía de alta frecuencia que recorre el canal central.



Maniobras similares para movilizar el LCR

La técnica llamada la bomba de Licuor (?) de Speranski, incidía a nivel de la zona suboccipital, en el 4º ventrículo y directamente sobre el LCR. Consistía en poner una aguja a sus pacientes en la cisterna magna y les sacaba 10 cm3 de LCR, hacía el vacío y la bombeaba, disminuyendo y aumentando la presión. Con ello, generaba un efecto piezo-eléctrico, de tal dimensión, que sanaba tanto una cefalea vascular, como una malaria, una artritis, o una depresión.


Entre las maniobras clásicas de la osteopatía, hay una que veremos en medicina manual etérica, que llamamos “domesticar los dinosaurios” y consiste en impulsar los aires vitales a través del 4º ventrículo hasta el 3º ventrículo. Otras técnicas, inciden sobre la unión atlo-axoidea o sobre la zona suboccipital. Cuando vemos sus efectos profundos sobre la salud física y emocional, nos damos cuenta de lo qué es el agujero magno, el agujero suboccipital y la gran transmutación de la energía que ocurre allí.

Efecto multiplicador de conciencia del tallo

Mi experiencia es que cuando se toca adecuadamente la zona suboccipital, lo que hacen en 60 sesiones, puede ocurrir en una sola. Es decir, que multiplicamos nuestro potencial de conciencia por 60 cuando traspasamos la barrera suboccipital. Ese gran salto no sólo consiste en multiplicar por 60 en cuanto a la intensidad y el volumen, sino también en cuanto al tiempo, que podríamos hacerlo 60 veces más rápido.

Repasemos los pétalos o unidades de conciencia o potencial energético de cada chacra:

Centro
I
II
III
IV
V
VI
VII
Nº pétalos
4
6
10
12
16
96
972*

* 960 + 12 centrales



LA NOCIÓN SINTERGÉTICA DEL DIENCÉFALO

El diencéfalo es un circuito complejo que no está delimitado, sino que está incluido dentro de los otros dos circuitos:

El diencéfalo empieza con los nucleos dopaminérgicos a nivel del tallo cerebral,
también es diencefálico el manejo del placer a nivel de los cuernos posteriores de la médula,
y los testículos también son diencéfalo cuando responden a la dopamina, testosterona y FSH.

Así comenzamos a perder la visión mecanicista de la anatomía y empezamos a llevar el diencéfalo al tallo y por todo el cuerpo y devolvemos de nuevo la corteza a los pies. Así ya no vemos interfases separadas, sino sistemas funcionales altamente inter-penetrados que nosotros podemos manejar desde las ciencias del 3º nivel.


EL CONCEPTO DE CORTICALIZACIÓN

El concepto de corticalización es muy importante, pero da lugar a muchos errores. Creo que dentro de unos años le cambiaremos el nombre.

Corticalización se refiere a la fijación de un información, eso es todo. Y que esté fijada en el pie, en la médula, tallo, diencéfalo o neocortex da igual a efectos prácticos. Lo importante del concepto es que es una información que no fluye, que se queda pegada, estancada. En este sentido, podemos tener corticalizada una información en el dedo gordo del pie.

Obviamente, cuanto más alta sea esa corticalización (o no flujo) de la información, mucho más significativa.

La corticalización equivale a:

la formación de un cerebro alterno que compite con el cerebro central,
una información que se aísla y que más tarde se puede hacer autosuficiente, generar autogestión y competir con el sistema, como un cáncer, por ejemplo.
un patrón de desorganización, tan poderoso, que hace su propia organización.

Detección con el vía-láser

La frecuencia T nos indica lo que se corticaliza, no sólo porque está en el tálamo, sino porque da un patrón talámico de información.

El patrón talámico de corticalización es un patrón de barrido radial. Donde encuentren, en cualquier lugar del organismo, un patrón vectorial de barrido radial a partir de un punto, es decir, un punto que no sólo está ahí, sino que irradia organizadamente hacia su periferia parasitándola, ése es un patrón talámico y corresponde a la frecuencia T.

Es muy importante en el dolor crónico, porque el dolor crónico es un programa patológico con vida propia, es una información que se ha incorporado en el disco duro; no es una estrategia defensiva de la evolución frente a la noxa, como el dolor agudo. El dolor crónico frecuentemente se convierte en una auto-agresión, es el dolor agudo que se ha convertido en un sufrimiento tisular, se ha organizado y además se auto-entretiene.

El concepto de dolor crónico tiene que ver con un patrón de organización talámico, no sólo porque esté en el tálamo como núcleo, sino porque asume el patrón de oscilación que asume el tálamo para transferir el dolor a través de la vía paleo-espino-talámica.

Encontramos la frecuencia T en el lugar del organismo que se ha corticalizado y también en la zona de la corteza. Y es que la T, no se debe encontrar ni siquiera en la corteza, porque si está, no hay reacción de alarma; pero si hay una zona de la corteza que se aísla del tálamo, esa sí puede dar la frecuencia T.

Es una buena forma de encontrar zonas aisladas del tálamo, porque se comportan como tálamos autónomos, cortezas independientes que se aíslan.

El problema no es que se aíslen, sino que compiten, que generan ruido, que hay un patrón de organización inteligente y activo que genera ruido, como un cáncer. El cáncer se encapsula en una primera fase, pero en una más avanzada ese patrón de organización desorganizador y competidor del patrón biológico, es capaz de romper la cápsula e invadir y alterar el mecanismo de conexión biológica.

La cortizalización la abordamos con las frecuencias P y T del láser, porque generalmente aquello que se corticaliza y se organiza independientemente, es crónico y rompe el tejido medio; y el tejido medio es como la barrera, la banda o el soporte biológico que te permite el auto-reconocimiento. Por eso, el tejido medio es el común denominador, es el santo y seña de todo el organismo, independientemente de mi frecuencia. Todos los órganos, tejidos, sistemas, hablan un lenguaje común, que es el A+10, la frecuencia del tejido medio.

Cuando se rompe el tejido medio, entonces hay tendencia a la cronicidad y a la corticalización, porque algo sin tejido medio, pierde la conectividad y la comunicación con el organismo; ya no habla el mismo idioma del organismo y se puede desconectar, y por eso, se hace crónico. Si hablara el mismo idioma del organismo, todavía podría regular. La barrera de regulación, autogestión y retroalimentación, es la del tejido medio; cuando se rompe esta barrera, ya no hay autogestión, retroalimentación y auto-reconocimiento.

Frecuencia T
Corticalización
Frecuencia P
Cronicidad

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